LA DANZA COMO PARTE DE LA EXPRESIÓN ARTÍSTICA

La danza tiene sus orígenes en las culturas primitivas. El baile fue una de las formas principales de expresión social y ritual religioso. Los bailes eran ofrendas para ganarse los favores de los dioses o para agradecer los ya ganados en alimentos, refugio, salud y seguridad. Los hombres y mujeres primitivos también bailaban para expresar su alegría en los nacimientos, su felicidad en el amor, su valor en la guerra y su tristeza frente a la muerte. Estos sentimientos se expresaban a través de la danza que para ellos es vida y se manifestaban en ceremonias, conjuros, ritos, produciendo efectos sobre los fenómenos naturales, es decir, tenían un carácter mágico-religioso y ritual.

En la evolución de la danza, se registran las concepciones de los griegos, quienes basaban sus bailes en la plástica del cuerpo, la poesía lírica y en la danza guerrera y festiva. Luego, en la Edad Media las fiestas religiosas se acompañaban con danzas que tenían un carácter pagano. Más adelante hace su aparición el “ballet de cour” durante la época del Renacimiento. Éste fue un movimiento creado en Italia, como forma de espectáculo íntegro que permite evoluciones coreográficas junto al canto, la declamación y la música.    En los siglos XV y XVI aparecen dos géneros de danza: la de sociedad y la teatral, mientras en los siglos XVII y XVIII se codifican las posturas y pasos de la danza teatral y se establecen sus verdaderos fundamentos.

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